Te ha costado meses. Tal vez años. Le has dedicado un esfuerzo ímprobo, robándole horas al sueño, renunciando a un sinfín de actividades (apetecibles) ajenas a la escritura. Has estudiado, te has documentado, has escrito, tachado y borrado. Has pensado una y mil veces cómo contar y contarlo bien. Has sentido la pulsión, la alegría de los días buenos, la tensión de los nubarrones a punto de destruir los cimientos aún no sólidos. Todo eso ha pasado (o no) antes de tener entre tus manos ese sueño de papel con tu firma al pie. ¿Y ahora qué? ¿Cómo hago para que me lean? ¿Cuáles son las mejores editoriales para publicar un libro?

Así, con tu obra bajo el brazo, te dispones a afrontar el siguiente gran reto del escritor novel. La publicación de tu texto no va a ser un camino de rosas, pero tampoco un imposible. La primera decisión —fundamental—  va a ser optar entre la publicación a través de una editorial tradicional o la autopublicación.

En el primer caso, las dificultades son bien conocidas. Las editoriales tradicionales reciben a diario infinidad de manuscritos, algunos magníficos, pero carecen de los recursos necesarios para leer todo lo que les llega. Por otro lado, apuestan más por sus escritores ya consolidados (ciertos nombres son garantía de ventas) que por las nuevas voces. Finalmente, si logras un acuerdo para publicar tu texto, las condiciones suelen ser bastante rígidas tanto con los grandes grupos (Planeta, Random House), como con las pequeñas, cuyo margen suele ser más reducido.

Todo ello, además de la explosión de la cultura digital, ha impulsado la autopublicación (o autoedición). ¿En qué consiste? Pues en publicar tu libro prescindiendo de los servicios de la edición tradicional. La mayor ventaja, además de no ceder los derechos sobre tu obra el editor, es que te permite controlar todo el proceso. Desde la corrección, la maquetación, la tipografía y el diseño de la portada hasta la propia distribución del libro. ¿Qué implica? Mucho más trabajo para el autor y, en la mayor parte de los casos, una inversión inicial cuyo coste dependerá de los servicios que se contraten.

Actualmente existen diferentes editoriales de autopublicación que facilitan la labor de cualquier escritor novel (o no) tanto en papel como en digital (e-book o audiolibro). Casi todas funcionan mediante el sistema de impresión bajo demanda y ofrecen diferentes paquetes de inversión que incluyen ISBN, informes de lectura, corrección ortotipográfica y de estilo, maquetación y/o diseño y distribución. Algunas, como Letra Minúscula, proporcionan de manera gratuita la sinopsis de la obra y protocolos para elegir categoría y palabras clave. Otras forman parte de los grandes grupos editoriales: Caligrama (Random House) o Universo de Letras (Planeta). Uno Editorial, en vez de paquetes cerrados, dispone de una calculadora de precios para saber con precisión y desde el principio el coste total de la edición.

Una vez construida la obra hay que ponerla en venta. Aparte de la emoción, el esfuerzo y el trabajo hecho a conciencia, es necesario sortear el último bache. Un bachecillo, en realidad, el precio. Porque no vale soltar el libro al mercado como el que abre un corral de reses salvajes. Hay que calcular muy bien el valor de venta al público y para ello debes tener en cuenta varios factores. El primero, la calidad y el coste de tu trabajo. Sí, ya sabemos que una obra intelectual o artística no tiene precio, no obstante es imprescindible sopesar todo lo que va a hacer atractivo tu libro al lector.

Definida la parte espiritual, hay que calcular también la inversión realizada, el tiempo de recuperación de la misma, el coste de la publicidad, los impuestos (sí, tampoco queda otra) y el beneficio económico que quieres obtener.

¿Lo tienes? Adelante. Estamos deseando leerte.