Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. Carmen Martín Gaite.
Podía haberse dedicado exclusivamente a la pintura y la enseñanza del arte, sin embargo Maria Sibylla Merian era demasiado curiosa, demasiado intrépida, demasiado desobediente. ☞
Newsletter
La forma más sencilla de estar al día de todo lo que se publica en Diálogos de Libro.