Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. Carmen Martín Gaite.
A Ayn Rand la han llamado sectaria, racista, dogmática, antifeminista, radical… Eso en los días buenos. Sin embargo, ella no estaba dispuesta a hacer la más mínima concesión. Inmolarse en el altar de lo colectivo no entraba en sus planes de vida. ☞
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