
Fantasma.
La buscaba porque vivía oculta, al margen del ruido del mundo, de las miserias del mundo, de sus propias miserias. La buscaba porque sólo la intuía en la penumbra, como un fantasma de sí misma.
MenuNadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. Carmen Martín Gaite.
Quiero un día sin horas… Devorarlo contigo, bebérmelo entero y mirarte, sí…
Y bañarme en ti, en tu piel. Y dejar de pensar, sin miedo…
Quiero que el único temblor sea el de tus labios en los míos, el del ansia de mis dedos dibujando tu cuerpo, y los tuyos enredando mi pelo. Perder la cabeza, perdernos…
Quiero navegar sin rumbo, desorientada en tu lenta caricia, hundida en tu boca, en un beso profundo húmedo abismo. Mar de suspiros…
Me rescatan tus piernas, me agarro a tu espalda, grabo en ella mi delirio, me pides más, quiero más, desbocados, salvajes, intensos. Aumenta el ritmo, ya no hay freno…
Me llevo tu sabor, tú el mío, no te dejo escapar, deseo sentirte aún más dentro y terminamos fundidos, abrazados, entre dulces besos y caricias suaves de nuevo.
Reina. 8 de septiembre de 2010
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