
Egos, insolencia y desgobierno.
Este el paisaje: un proyecto de estado gárgola con el hocico metido en los asuntos privados de la ciudadanía, impuestos desbocados, desgobierno y esperpento político.
MenuSi hay poesía subterránea en mis palabras, solo tú lo sabes. En ti ha de acabar, puesto que fuiste tú su origen. José Hierro
Un ser agotado, solitario, contradictorio, que no encuentra su lugar en el mundo y no sabe (no se atreve) cómo ponerle fin.
Un ser gordo que aborrece la gordura. Un ser viejo que detesta la vejez. Un ser mediocre que no soporta la mediocridad. Un ser deforme que persigue la belleza. Un ser enfermo que tiene pánico a la enfermedad, al dolor, a la decadencia. Un ser esclavo de los cánones que grita por la libertad. Un ser estúpido y gris que hubiera matado por ser inteligente, extrovertido, carismático. Un ser que hubiera querido hacer algo digno y sólo se ha dedicado a desperdiciar el tiempo. Un ser ridículo y absurdo que lucha cada día contra lo único que no puede detener. Un ser agotado, solitario, contradictorio, que no encuentra su lugar en el mundo y no sabe (no se atreve) cómo ponerle fin. Un ser que se odia y sufre mucho más que si le odiaran los demás. No hay consuelo ni remedio ni marcha atrás. Igual en otra vida… Y mientras, tira.
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